La Historia de una Vida
25 de mayo de 2012
por zoombii
Mi nombre es secreto, siempre lo ha sido y por ahora lo seguirá siendo pero para que me reconozcan a lo largo de esta narración seré Camila sutil, cortito y fácil de recordar. Mi historia comienza en un sitio lindo y bien parecido, o al menos así lo recuerdo, tenía como siete años cuando nos mudamos como por cuarta vez, aun recuerdo mis otras casas, no muy bien pero las recuerdo; como decía mi última casa de la ultima de la que me mude, un departamento mediano, con grandes ventanas y un largo pasillo donde se encontraban las tres habitaciones únicas, la primera era la de mis padres, era la más grande según recuerdo y tenían una cama matrimonial con un enorme espejo enfrente, después seguía la nuestra pequeña con una litera, teníamos un closet grande y café, muy café donde teníamos una televisión pequeñita y enfrente de la cama había un closet con puertas transparentes era muy amplio y podía esconderme ahí, la verdad es que tengo pocos recuerdos de esa casa, pero uno y el más importante el que me queda tan penetrado en la mente como cuando comes una pastilla de menta que el sabor te llega hasta la garganta, más o menos así era mi recuerdo, ¡muy intenso!; cuando tenía seis años salí de mi cuarto, y mi madre estaba sentada en la mesa con una máquina de coser y varios trozos de manta y algodón, estaba haciéndome una muñeca, tenía un bonito rostro y ojos azules, grandes, muy grandes, pequitas y una gran sonrisa, un vestidito donde el color salmón sobresalía y una cinta rosada en la cintura, cabellos rubios y cortitos, mejillas rosadas y bonitas manos; esa muñeca tomo en mi tal valor sentimental, y hasta le puse nombre, Daniela, en ese entonces uno de mis nombres favoritos, los años pasaron y esa muñeca los pasó conmigo, vivía lo que yo vivía y para mí era mi amiga.
Pasaron nueve años hasta que mi muñeca solo era un trapo de manta sucio descolorido y sin un mechón de cabello, su sonrisa ya no estaba y sus pequitas se borraron, sus ojitos se estaban despintando y sus manitas comenzaron a descoserse, ya no era nada, solo manta, pero entonces para mi cumpleaños quince mi mamá la arreglo, le hizo unos labios pintados de rosa grandes y sonrientes, le pintó los ojos de verde y unas largas pestañas, sus mejillas estaban rosadas de nuevo, arreglo sus manitas y le puso cabello, mucho cabello y un enorme moño rojo con una flor en el medio, al verla, mis recuerdos volvieron y me sentí tan feliz, eran de esos momentos en los que empiezas a reír y después lloras y luego vuelves a reír, una emoción inmensa invadió mi ser, me sentía la persona más afortunada del mundo entero, por aquella muñeca y que era un recuerdo tangible del amor puro y propio de una madre verdadera.
Y entonces paso otro año más mi muñeca ahora tiene 10 años de haber nacido y yo nueve de haberme mudado de esa casa, tengo 16 años y hace un par de estos comenzó mi historia, la historia de una vida
hola gente porfaa comenten si les gusto, y si no... igual comenteen necesito opiniones jaja gracias y espero les gustee