Mi Amada Emily:
Escribo para que no te preocupes por mí; ya que lo ultimo que supiste de mi es que
me encontraba enfermo del corazón. Te relataré lo sucedido con detalle.
Iba corriendo como siempre, alrededor del parlamento. Llegando a la acera, y con los latidos
de mi corazón en la cabeza, escuché algo raro.Eran latidos que venian de mi interior, pero no eran los de mi propio corazón, sí, tenía dos juegos de latidos.
Frené y me propuse a tomar el bus rojo y subir a mi pequeño estudio.
A la noche, luego del café, me acosté y en pleno silencio, volví a esuchar...Otra vez, ese segundo latido que no era mio pero venía de mi. Pensando en que era grave, me dirigí hacia el hospital de Londres. Un doctor me dijo que solo escuchaba que mi corazón estaba perfectamente normal.Me mandó con el otorrinolaringólogo a comprobar mis oídos, que otra vez, estaban perfectamente normales.
Nadie me creyó cuando les dije que si escuchaba, como un segundo reloj de pendulo, otra serie de latidos.Por eso, esta es la unica carta que me han dejado escribir desde que entre aquí. No me dejan salir, al menos dicen que 'hasta que deje de escuchar ese segundo juego de latidos'. De ninguna manera! Amor, como es que quieren hacerte eso?
Incluso aquí me he dado cuenta que lo que escucho es a tu corazón dentro de mí, como siempre...
Esto es todo lo que puedo decirte por ahora, querida Emily. A este lugar le llaman Instituto 'campos de frutillas'...que nombre mas inadecuado para un hospital mental...
No te preocupes, Emily,¡no dejaré que te hagan nada ni a ti ni al latido dentro de mi pecho que es tuyo...!
Tengo que irme, es hora de tomar mis pastillas.
-Con amor
Tu John.