Pirámide
Arena en los bolsillos
el no intento del monumento eterno
construido peldaño a peldaño
amontonando miserias
fuerte como un esclavo...
A sus dioses los sepulto
bebo la intensidad del sol
en la sed de mis manos
se momifica mi sonrisa
me hace sentir un rey
cabalgando sus dunas
haciéndome olvido
tragándose todos los vestigios
de lo que un día
irremediablemente fui...
Solo dejo una ausencia
un falso para siempre
tallando jeroglíficos en su piel
en mi tumba sus tesoros
conteniendo la esencia
en mis desgastadas cadenas...
Elévame hacia el cielo
trasciendo a otro mundo
si me sitúo entre sus piernas
un oasis por cada lunar
los descifro con esfuerzo faraónico
indiferente para tantos
no maquillo mis defectos...
El ojo vigilando
la perpetuidad de mi nada
un guiño a la aceptación
del destino desierto...
Arena en los bolsillos
el no intento del monumento eterno
eres tú mi lejana y esquiva maravilla
la arquitecta de mis sueños...
