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Introspección

El viento mece las cometas, las acaricia con dulces soplos, elevndolas con sutilidad, exaltando sus vivos colores, irisados. El viento agita las cometas, las golpea vilmente, zarandendolas con violencia, rompiendo el hilo que las conecta con la realidad, borrando los colores
Deshojando primaveras llegu a la dualidad de la vida, al bien y al mal, a lo que fuimos y, hoy, ya no somos. Vislumbr el miedo en las pupilas de un nio, cuando la inocencia se va oscureciendo y disipando. Me puse a atravesar los ttricos pasillos de la vida, escuchando a mis demonios, palpitando en la oscuridad ms intensa, sudores fros, gritos ahogados llegando hasta ese nio que somos todos. Cunto ocultamos en nuestro ms intrnseco existir, cuntas imgenes borraramos, cuntas guerras detendramos, cuntas cometas recuperaramos
El ser humano muta hasta ser algo parecido a un monstruo, hasta heredar las ms miserables acepciones de la palabra maldad. Somos tan devastadores como un huracn, somos como ese invierno glido que paraliza el pulso.
El nio se muestra aterrado, sentado en una esquina, esperando un rayo de luz para escapar de aquel agujero infinito. Lloran las emociones, bailan los silbidos cerca de su odo. Slo anhela volver a volar su cometa, reunirse con ella en ese cielo tan azul como la melancola de un tiempo que fue y que no es. Risas crueles que antao fueron carcajadas, almohadas protectoras que hoy devoran las noches
Y se detiene ese nio, escondido tras la sombra de su presente, bajo una cara rasgada por las caricias del mismo viento que meca sus cometas, con la mirada perdida en ese cielo, esperando algo que no volver el hilo se rompi, el nio se march.
Adrielegance04 de marzo de 2013

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