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El Amor

Como parte de un proyecto de investigación de campo para saber ¿En qué piensan nuestros jóvenes? Se han rescatado estos fragmentos de declaraciones que llamaron la atención de los encuestadores, a continuación se les presentan y se les solicita discreción.


—Hola, mi nombre es Aura, tengo 20 años. Me considero una persona muy tranquila, siempre he preferido leer un buen libro o ver algún documental en lugar de salir a "divertirme" a algún bar, casi no tengo amigos pues la gente suele considerarme rara y desagradable, honestamente no los culpo. En realidad siento cierto desprecio por la humanidad, todos ellos me parecen tan patéticos y molestos, van por la vida deseando ser alguien más a pesar de navegar con una falsa bandera de orgullo, hay que decirlo, todos son unos idiotas. Claro, a toda regla hay una excepción y, en este caso, se trata de Tobías; él es un chico muy reservado, dicen que compone muy hermosos poemas, tiene bastantes amigos pero jamás lo he visto hacer algo indebido, siempre que opina lo hace de manera correcta y pensante, lo he visto con varias chicas pero jamás he sabido que le falte al respeto a alguna, es todo un caballero, es realmente un ser magnífico, me gusta tanto, quisiera poder hablarle pero, es obvio que jamás se fijaría en mi, sólo mírenme, no soy el tipo de chica que le gusta a un chico.—
Aura.


—¿Qué pasa? Mi nombres es Tobías y tengo 21 años. Soy un sujeto normal lleno de tantos defectos como virtudes, tengo muchos conocidos y camaradas aunque, a decir verdad, sólo un puñado de ellos puedo considerarlos verdaderos amigos. He tenido un par de novias pero las terminé porque simplemente nunca encontré compatibilidad con ellas, muchas personas son sumamente materialistas, y eso personalmente me hace mucho daño, ojalá todo cambie algún día. Pocas personas lo saben pero me gusta componer poemas y, en mis momentos más aventurados, escribo algunas canciones, desde luego que mi inspiración no viene de la nada, pues tengo una musa que me hace pensar en las más románticas y cursis palabras que salen de mi corazón, ella se llama Lila. He estado enamorado de ella desde hace casi dos años y, a pesar de haber salido con ella en un par de ocasiones, jamás demostró el más mínimo interés en mi, todo el tiempo parecía estar aburrida con mi conversación y, en el peor de los casos, fingía sueño para poder ignorar por completo lo que yo estaba diciéndole. Es realmente triste saber que no eres suficiente para esa mujer que tanto te agrada.—
Tobías.


—Aló, mi nombre es Lila y tengo la hermosísima cantidad de 19 añitos. Me encanta pasarla bien, considero que la escuela es importante pero, también, es importante divertirse para poder llevar una vida sana y regular. Tengo muchísimos amigos, casi todos en la escuela me hablan, aunque con algunos ya me he peleado, aún los llevo guardados en mi corazón. Disfruto mucho las series de televisión americanas, como esos programas donde salen las adolescentes embarazadas o donde sale un grupo de muchachos guapísimos haciendo cosas muy graciosas, también me encanta la música en inglés, porque es mucho mejor que la música que suelen tocar en español. Me distraigo con facilidad pues casi siempre ando en la luna, por eso me atemorizo cuando alguien intenta mantener una conversación un poco larga, pues rápidamente pierdo el hilo, entonces me gusta fingir que tengo sueño para evadir el tema. ¿Y el novio? Bueno, puedo decirles que estoy perdidamente enamorada de Omar, es un chico tan guapo y fuerte, siempre que lo veo tiro baba por él y cuando me saluda me tiemblan hasta los cabellos. Es una lástima que él sólo me mire como una amiga, aunque en más de una ocasión hemos tenido una sesión de besos y algo más, siempre me escucha y me da su punto de vista en lo que le digo, es súper lindo y atractivo, además tiene auto y practica basquetbol, ojalá algún día quisiera estar conmigo.—
Lila.


—Mi nombre es Omar y tengo 23 años. Bueno pues, ¿qué les puedo decir de mi? He tenido una joven vida llena de fiesta y excesos, pero honestamente no me arrepiento, he pasado por la cama de tantas chicas que ya perdí la cuenta, he probado bastantes drogas y cuatro días a la semana me pongo borracho, ¡Adoro mi vida! La clave para conquistar a una mujer es fingir que te interesas en ella y en sus estúpidos problemas, así solitas caerán rendidas a tus pies y, cuando las tengas pues aprovéchalas lo más que puedas sin hacerte su novio, claro está, sólo toma las oportunidades que haya, cuando tienes auto las perras te llueven a montón. El problema es que todos tenemos un punto débil y, para mí, se trata de Marissa. ¡Dios! Es tan sensual y perversa, hay quienes aseguran que es una bestia en la cama y yo muero por comprobarlo, desafortunadamente ninguna de mis tácticas de conquista funcionan con ella, me desespero, empiezo a sentirme obsesionado con esa mujer, ver sus caderas moverse me hace imaginar los escenarios más sucios que podríamos compartir. Desafortunadamente no importa lo mucho que me esfuerce ni lo mucho que la desee, ella me ignora como si yo fuera un simple vendedor de chicles en la calle, ¡Eso da en el orgullo!—
Omar.


—¿Qué tal? Me llamo Marissa y hace poco cumplí 25 años. Soy una persona muy liberal y de ideas izquierdistas, me gusta vivir la vida al máximo sin sobrepasar el límite de respeto a mí misma, durante años gocé del calor que provoca un hombre guapo, sexy y enérgico en los placeres del amor, sin embargo, hace tiempo descubrí el mundo de la bisexualidad gracias a una compañera de gimnasio. Desde ese día he encontrado en mujeres muchas amantes que superan con creces los estándares del género masculino a la hora de dar placer, esto no significa que esté peleada con mis propios sentimientos pues, por muy liberal y abierta de mente que sea, sigo teniendo mi corazoncito. Así que debo aceptar que hay alguien que roba todos mis sueños y suspiros... su nombre es Aura, cuando la veo por ahí con sus libros o escuchando su extraña música, mi corazón palpita como nunca lo había hecho antes, hay algo en esa misteriosa y tranquila chica que llama poderosamente mi atención, jamás la he visto acompañada de algún muchacho, de hecho, rara vez la he visto acompañada de alguien, no sé, quizá también tenga ideas como las mías, juro que un día no muy lejano lo voy a averiguar.—
Marissa.


¿Qué le ha parecido? ¿Coincidencia o realidad? Dejen sus opiniones.
Aeron23 de mayo de 2012

2 Comentarios

  • Katerina

    El tan temido circulo vicioso, que enlaces tan buenos, me ha fascinado :) ojalá muchas cosas no fueran de esa manera, en fin, has retratado el caso tal y como es, un 10

    23/05/12 07:05

  • Miguelito

    Aeron.
    Interesante y particular texto. Es como un carrusel que gira y gira y termina casi donde empezó. A veces pasa que si nos dejamos llevar por las apariencias, terminamos por hacernos una idea distorsionada de la realidad.
    un saludo

    28/05/12 12:05

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