Hay un tiempo para llorar,
un tiempo para el dolor,
para volver la vista atrás,
recordar lo que ha sido
y ahora yace enterrado
entre campos de Olvido.
Pero cuando hayas llorado
a solas, triste y escondido,
dando la espalda a la vida,
dejándote llevar por
un camino que sabes perdido;
sacude las alas y vuela,
no mires al Ayer y atrévete
a beber de lo prohibido.
Que nada te detenga,
que no te frene la lluvia
ni el viento del Norte,
y menos aún dejes que
se imponga la pena.
Camina erguido aún
sin conocer tu rumbo,
mejor es perderse mil veces
que morir poco a poco
enfrentado a lo Absurdo
Lo que es absurdo es que no comenten un poema tan hermoso y a la misma vez, tan bien hilvanado, por eso he venido a rescatarlo del mundo de las sombras.