Te ofrezco, amor, mil
madrugadas en vela
aferrada a un café,
abrazada a la espera.
Por ti son mil lecturas
a las cinco del que es
ya mi libro de cabecera,
intentando entender,
buscando solución a
cien preguntas que no
tienen respuesta.
Igual que tuyos son
todos mis besos, las
caricias que han perdido
su nombre y tantas oraciones
calladas que ponen remedio
a los miedos que habitan
en mi noche.
Te dedico también mi amor
sin medida, mi sueño pero
sobre todo es tuya mi vigilia.
Y como no, a tu regreso aquí
estaré esperando, para ser
bálsamo que cierre todas
tus heridas, reposo para tu
cansancio y aliento para
tu vida.
Como siempre BETH haciendo sentir ..tu amor no descansa y siempre espera impaciente la llegada a tu lecho a tu lado a ti de tu ser amado, para seguir dándole tanto o más que le has dado mientras esperabas su vuelta...sería fácil dormir y despertar cuando ya hubiese vuelto y nisiquiera percatarse de su compañía...pero tú puedes más que ese sueño que te puede quitar el ansiado momento del encuentro...muy bonito...siempre en tu línea, mostrándonos amor y enseñándonos mil caminos para llegar a el...muchas gracias por tu texto...y por mantener despiertos por las noches tus más preciados sentimientos...un abrazo BETH...