TusTextos

Un Gesto 6

Pasaba de la una de la madrugada cuando les despidieron a todos, menos a Bianca, la hija mayor de Mike, que se quedaría unos días con ellos. Los dos estaban cansados aunque no quisieran reconocerlo. Los años pesaban, era algo inevitable. Iris fue la última en acostarse. Seguía fiel a su costumbre de limpiarse la cara mañana y noche y ponerse sus cremas, aunque supiese que ya era una batalla que había perdido hacía tiempo y que las arrugascampaban por sus respetos; pero nunca se daría por vencida. Y ahora que le quedaba otra guerra en la que luchar, quizá la más dura, no sabía cómo enfrentarla. Podía enfrentar su propio sufrimiento, pero no podía ni siquiera soportar la idea de hacerle daño a él. Pero se lo tenía que contar; nunca se habían ocultado nada y además…se lo debía. Él, muchos años atrás, había sido sincero con ella y le había confesado cosas que nadie más sabía. Justo era ahora actuar de igual manera.
-Tienes los pies helados-la acusó, pero al mismo tiempo la acogía bajo su brazo y le daba calor. Como esperaba ella se hizo un ovillo a su lado y empezó a trazar círculos en la piel de su pecho con el dedo índice. Esperó, sin decir nada.
-Tengo algo muy importante que decirte.
-A ver, ¿qué tripa se te ha roto ahora?-pero al ver que enarcaba las cejas, cambió el tono. Te escucho, mi niña. Dime…
Iris sonrió. La había llamado así desde que se conocieron, aunque ahora resultaba casi cómico. Ambos eran un par de ancianos aunque por dentro sintiesen lo mismo que antes.
-Te he mentido. Hoy no fui a comer con Ana.
-¡Vaya!-susurró él. No pensaba que me fueses a ser infiel a estas alturas, después de tanto que hemos pasado juntos.
-No seas idiota. Si no lo fui cuando podía…Por una vez en tu vida, deja de hacerte el gañán y el gracioso y déjame hablar.
Esperó sus protestas o sus burlas pero como permanecía callado, fue ella quien continuó hablando.
-He ido al médico. Hace algún tiempo que no me encuentro bien y cuando me hicieron el último reconocimiento me encontraron algo raro en el corazón. Hoy me lo han confirmado.
Miguel se quedó callado, con la mano apoyada en la cadera de su mujer y sintiendo como si la carne que tocase fuese la suya propia. Quería creer que eso era el amor de verdad, sentir al otro como parte de uno mismo. No sabía qué decir; sencillamente. Había enfrentado en el pasado situaciones muy difíciles, había visto la muerte de cerca muchas veces y había tenido siempre al miedo como compañero; se había acostado y se había levantado con él. Pero ahora sentía algo muy distinto a ese miedo que le era tan familiar. Era la sensación literal de que el mundo se hundía bajo sus pies; que lo que le mantenía fuerte y atado a la vida se tambaleaba. Sentía la garganta seca y rasposa, dura, como de lija. Pero ella le necesitaba y no podía abandonarla precisamente ahora.
-Igual el médico se equivocó y lo que te pasa es que estás embarazada-dijo con una voz animada que intentaba mantener a raya el temor.
-Sigues siendo igual de gilipollas que cuando te conocí, pero mucho más gañán-se enfadó ella. Pues no. Lo que me han dicho es que un día de estos me va a petar la patata.
Esta frase tan vulgar y tan de andar por casa le salió de manera espontánea y también porque quería quitarle algo de hierro al asunto; sobre todo porque se daba cuenta de que Miguel estaba muy asustado.
-Quieren que me opere. Dicen que aunque hay muchos riesgos es la única posibilidad que tengo.
-Pues claro que te operarás. Hay que luchar siempre, hasta el final.
-Yo no lo tengo tan claro-le dijo ella sin mirarle. Sabía que se enfadaría.
-Me importa una mierda lo que tú tengas claro. No hemos pasado por tantas cosas tú y yo para que ahora tires la toalla. Un día, hace muchos años, me dijiste una frase que espero que no olvidarás…
-La recuerdo. Si me amas, puedo…
Beth12 de enero de 2014

6 Comentarios

  • Mateo

    Me ha gustado mucho sobre todo la parte final....está tan bien narrado que se los puede sentir ahí juntos apoyándose y luchando por Seguir sea como sea y sin miedo a nada....muy bonito de verdad....es una historia muy bella y digna de ser leida......

    12/01/14 04:01

  • Beth

    Afrontar esas noticias nunca es sencillo, pero entre dos la carga se hace más ligera...creo. Gracias por leer

    12/01/14 06:01

  • Albasilencio

    magnifica prosa en el relato de la vida cotidiana.
    un gustazo leerte.

    13/01/14 10:01

  • Beth

    El gusto es mío de encontrarte por aquí Alba

    13/01/14 05:01

  • Serge

    Amita:

    Yo sé que todo saldrá bien. Ella volverá a preparar sus postres y él la comida.

    Un gusto leerte.

    Sergei.

    14/01/14 11:01

  • Beth

    Yo también espero que toda vaya bien. Ya ves, por primera vez un hombre que sabe cocinar en mis escritos...

    14/01/14 11:01

Más de Beth

Chat