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Una Decisión

A pesar del poco tiempo transcurrido hallé la ciudad cambiada; como si le hubiesen hecho retoques innecesarios. Habían desaparecido varias casas antiguas que me traían buenos y lejanos recuerdos y en su lugar se alzaban edificios de acero y cristal, fríos e impersonales, con un toque de invierno helado aunque fuese agosto.
Me bajé del autobús y después de recoger mi maleta esperé la llegada de un taxi. Le había dicho que prefería que no me recogiese porque no estaba segura de la hora de llegada. Era una mentira absurda y los dos los sabíamos. El autobús nunca se retrasaba; desde varios años atrás hacía ese mismo viaje cada tres meses y siempre llegaba a la misma hora.
Toqué a su puerta exactamente a las diez y media de la noche. Todavía estaba animada la ancha avenida arbolada; parejas que paseaban tomados de la mano, señoras maduras con sus perritos, adolescentes alborotando…Vida, en suma. No tardó en abrirme, supongo que desde la ventana de la sala me vio llegar. Nos abrazamos levemente; él no era efusivo y yo había aprendido con el tiempo a dominar mis impulsos. Nunca podría esperar cálidas bienvenidas, sino más bien un cariño pausado disfrazado de cortesía. Rechacé la cena, le mentí diciendo que había comido algo de camino.
Primero me duché y ya con el camisón puesto y en la cama, se sentó en el borde del colchón y me arropó. Sabía bien que aunque fuese verano necesitaba dormir siempre tapada hasta la barbilla; era una costumbre que conservaba desde pequeña. Le miré a los ojos. Apenas había cambiado en aquel tiempo; se conservaba bien. Me esforcé por mantener su imagen en mi retina; pocas veces más tendría ocasión de verle.
-Ya sé que tienes que irte, no te preocupes-le tranquilicé.
-Tampoco hay tanta prisa.
-Vete. Mañana hablaremos. No hay nada tan urgente que no pueda esperar.
Se despidió en la puerta del dormitorio y le oí salir a la calle. Me quedé tendida en la cama, muy estirada, con los brazos alrededor del cuerpo para darme calor. Sabía que no iba a poder dormir aquella noche, pero no me importaba. Sentía en mis pies el cálido peso de Bubbi, el gato que siempre me velaba en mis visitas. Su ronroneo me calmaba, aunque fuese imposible dormirme.
A la mañana siguiente, cuando llegó, yo ya estaba vestida y había dispuesto la mesa para el desayuno, que tomamos mirándonos mucho y hablando poco. Desde el baño, mientras me lavaba los dientes, oí que me llamaba.
-No has traído maleta-me dijo, como acusándome. Tan solo esa bolsa pequeña de viaje. Pensé que siempre viajabas como la Piquer, con el baúl a cuestas.
-Esta vez no es necesario. Me marcho esta noche en el autobús nocturno que sale a las doce.
Se sentó despacio, sin dejar de mirarme.
-¿Por qué? ¿Crees que merece la pena esa paliza de viaje para estar un solo día?
-Si, merece la pena. He venido tan solo a decirte que todo ha terminado.
-¿Todo ha terminado? ¿Qué quieres decir?
-Que te dejo, que ya no puedo soportar esta situación por más tiempo y me marcho. Me merezco más y estoy harta de esta situación.
No le dejé que me contestase. Y él tampoco lo intentó. Cuando se conoce mucho a una persona siempre se juega con ventaja. Sabía que él no insistiría, no iba con su carácter. Tampoco protestó cuando le pedí que me dejase sola hasta la hora de irme, para recoger tranquilamente las cosas que al cabo de los años había ido dejando en su casa. Simplemente me miró con tristeza, quizá con lágrimas en los ojos, y salió. Yo me despedí en silencio de cada rincón y arrojé a la basura diez años de mi vida. Lo que más me costó fue decirle adiós al gato.
Cuando ya el autobús se alejaba de la ciudad dejé que las lágrimas fluyesen. No dudé. Había hecho lo correcto. Cuando se ama a alguien no es justo el egoísmo de cargarle con una enfermedad con mal final. Lo que me quedaba por pasar, lo pasaría sola. El amor es pensar siempre antes en el que se ama.
Beth25 de agosto de 2012

13 Comentarios

  • Beth

    No estoy enferma, al menos que yo sepa, querido amigo. Físicamente al menos. Es solo una historia triste, algo inventado en un momento de bajón. Mañana será otro día y quizá luzca el sol de nuevo. Un abrazo y gracias por tu presencia

    25/08/12 01:08

  • Elmalevolico

    Sabes amiga, hace unos años sufrí de una ulcera muy fuerte, de pronto comencé a toser sangre y duré así varios días. Me hicieron muchos estudios y y como no encontraban el motivo de mi mal, sugirieron hospitalizarme. Durante el tiempo que tardaron los resultados para tuberculosis, yo creí que en esa ocasión yo iba a morir. De una forma culposa creía que me lo merecía; sin embargo, antes de hospitalizarme, se dieron cuenta del mal y me trataron para que me recuperara.

    Todo esto lo cuento, porque al igual que Democles me preocupa tu salud, en serio. Casi me haces llorar y no lo lograste sólo porque mi corazón se ha vuelto muy duro desgraciadamente, pero el nudo en la garganta nadie me lo quita, y eso no es todo.

    En el tiempo que duré mal, por mi cabeza pasó alejarme de mi familia para morir sólo, porque no deseaba que sufrieran e incluso tomé en serio la idea de terminar yo mismo con el problema (yo). Entonces alguien a quien le tenía mucha confianza se acercó y me dijo:

    "Si te vas y me dejas sólo, además de odiarte y sentirme mal por tu desprecio, te consideraré como cobarde".

    El comentario es duro lo sé, pero me hizo reaccionar. Al final sigo vivo, pero no puedo juzgar la decisión del escrito, pues en su momento yo también lo desee.

    De cualquier forma te mando un beso y un abrazo enorme, y un cariño sincero y verdadero. Vive libre amiga!!!

    25/08/12 02:08

  • Creatividad

    Pues triste o contenta...tu sabes contar muy bein la vida para que otros la vivan. Muy bontio Beth. Saludos

    25/08/12 04:08

  • Beth

    Querido David, como le he dicho a Democles, al menos que yo sepa no estoy enferma físicamente. Si algo triste y con ciertos problemas sin resolver, como todos los humanos. Pero ya se pasará. Sentí necesidad de escribir y salió esto. Siento si os he entristecido. Te mando un beso muy fuerte y mi agradecimiento

    25/08/12 07:08

  • Beth

    Al menos lo intento, querida amiga, ser capaz todavía de contar cosas. Un beso

    25/08/12 07:08

  • Buitrago

    Creatividad ha respondido tambien por mi
    Besos

    Antonio

    25/08/12 12:08

  • Beth

    Un abrazo Antonio

    25/08/12 02:08

  • Kc

    Muy bello tu escrito en dicha o nostalgia sabes llevar al lector al estado en que te encuentras amiga aaaayyyyy me has dejado triste, mas que estos dias no han sido faciles como siempre en la vida de todos, pero al igual que Demo, David, me preocupa, y quiero que sepas, que en la medida de lo posible cuentas conmigo, sé que lo sabes, pero te lo reitero.

    Un fuerte abrazo de animos!! y mucha esperanza, y que los problemillas que nos has podido resolver, tengas sabiduria, paciencia y tolerancia, siiii!! animos y sigamos adelante!!

    Besitos muchos para ti.

    27/08/12 02:08

  • Beth

    Querida Karla: los estados de ánimo siempre salen a la luz en lo que escribimos, para bien o para mal. Cuando escribí esto mi ánimo no era bueno, nada bueno, pero en ocasiones en pocos días y muchas conversaciones y algún que otro descubrimiento se puede atisbar un pequeño resquicio de luz, una esperanza de que algún día las cosas tomarán su justo y correcto camino. Sobre todo porque uno mismo ha decidido que así sea.

    Te mando un enorme beso y sobre todo mi enomre agradecimiento por tu siempre benefactora presencia. Te quiero mucho

    27/08/12 10:08

  • Asun

    BEth también me he asustado leyéndolo. Como no es un capítulo de las perdularias, me pareció que podía ser algo real.
    Pero leo en tus contestaciones que no, y me alegro infinitamente.
    Besos.

    28/08/12 09:08

  • Beth

    No, no es real querida Asun. Fue un momento en que anímicamente no estaba bien y ha salido esto. Y me arrepiento porque me han caído broncas de todos lados e incluso alguien me ha llamado "siniestra"

    28/08/12 11:08

  • Asun

    Bueno tampoco es eso, siniestra no, porque las enfermedades e incluso la muerte, forman también parte de la vida, como bien sabemos.
    Pero me alegro de que estés bien eso sobre todo.

    28/08/12 11:08

  • Beth

    Lo de siniestra me lo han dicho con la confianza, y en mi pueblo dicen que la confianza da asco. Pienso que un poco sí

    28/08/12 04:08

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