Me gusta dejarme llevar por el TREN de la luna.
Ese que en las dulces tardes de invierno me lleva,
mientras te RESPIRO plena,
desde tus buscados labios
a todas las estaciones de tu piel clara.
Y son tantos los atardeceres,
que al término del viaje,
encuentro,
el calor del verano AUSENTE,
escondido entre tus piernas.
Las mismas que con pasión me atenazan,
mientras me acerco a la luna.
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BLUESS. 19-12-2010