Patético y Más que Cierto
Llorando a los pies de nuestra cama. Triste ¿No?, yo también lo creo, pero ¿Qué le puedo hacer? Mi patetismo es proporcional a tu ausencia, transcurren los días y va aumentando. Y no es que me avergüence, ¡Ni mucho menos! Pero estoy ya un poco cansado de echarte de menos, de no saber si te dignarás a volver.
Se me está yendo de las manos esto de querer hacer como si no te hubieras ido: echo tu perfume por los pasillos, tiro tu ropa al suelo antes de acostarme… incluso enciendo la ducha para oír caer el agua y te hablo mientras pienso que no me oyes porque el ruido de la corriente salpicando no te deja. Lo peor es que me funciona, aunque los gastos en agua, perfumes y en ropa nueva (estoy desarrollando un gusto para la moda femenina que llega a ser preocupante) me están dejando seco… así consigo no derrumbarme… bueno, ahora mismo sí que lo estoy pero son cuatro lagrimillas, ¡Es una excepción! Créeme.
¡Es una sensación tan rara! Sé que no estás, pero no me importa… bueno, tampoco es así, no me malinterpretes, es como si todo lo que antes necesitaba de ti ahora no tuviese sentido echarlo de menos, porque te oigo, porque te huelo, porque te siento presente en todo momento… y todo esto me recuerda a cómo besabas, a como nuestros cuerpos se juntaban, a cómo se sentía el tacto de tu pelo en mi espalda cuando dormíamos sin mirarnos porque te cabreaba saber que me necesitabas más que yo a ti… pues ya ves… ¡Puede que no fuese así!
Ya van dos meses sin ti… he perdido la cabeza, pero he ganado fe. Me hace gracia ser tan patético por fingir que estás aquí… pero es un orgullo mantener la fuerza y pensar que no todo está perdido…
Te preguntarás por qué lloro… simplemente siento no haberte querido cuando tú aún lo podías sentir. Porque yo sigo pudiendo recordarte y hacer como si estuvieses aquí, pero no sé si tú lo podrás hacer estés donde estés.
Bosor11 de febrero de 2011
