A Principe, quien siempre fue nuestro mejor amigo
En su mirada ya no se ve el brillo de la alegría
Su aliento ya no huele a felicidad.
Flaco y desganado
El tiempo se lo quiere llevar.
Al verme ya no brinca de emoción
Ya no salta a mi encuentro.
Demacrado y moribundo
El tiempo se lo quiere llevar.
Son tantos años de alegría
Son tantos caprichos complacidos
Son tantos regaños sin entender.
Torpe y sin aliento
El tiempo se lo quiere llevar.
No te lo lleves tiempo
Déjamelo un poco más.
Tiempo
Que haré sin él?
No te lo lleves tiempo
Déjamelo un poco más
Que ternura de poema, me trajo recuerdos de mi infancia, de mi primer perro. Su nombre era Negro.