Te escribo desde el autoexilio que hice de mi mismo,
hui rumbo al fin del mundo, donde la soledad y la tristeza
no me alcanzen, donde el tiempo no avanza o se detiene.
Aca no hay nada, solo silencio, estoy lejos de mi y de
todo lo que extraño, mis sueños se quedaron guardados,
nada me consuela pero tampoco nada me lastima, nada me hiere.
Quise detener el mundo un segundo para entederte mejor,
o tal vez me detuve yo para valorarte y valorarme,
puse pausa a mi respiración, mis sentimientos y mis latidos.
Entre a un pozo obscuro, despues del primer paso no hay
marcha atras, la obscuridad me traga y con ello todo lo
que siento, todo lo que soy, vascilo un segundo para despues
ofrecerme a unos brazos que cobijan el frio que me dejo
tu ausencia y tu silencio.
Voy en un camino sin retorno, y de verdad no se cuando
volvere..............tengo que enterrar tus recuerdos o enterrar los mios,
o enterrarme yo (solo literalmente), me fui de mi y me mude con todas
las cosas sin las que no se vivir, aqui en este autoexilio.