Aliento que se extingue como el sol al atardecer
en breves secuencias de pálidas suertes efímeras
con leves ventarrones de sepulcros salteados
con sencillas locuras de amores revestidos en llanto
A poco el mar ondea casi sin movimiento
a mucho la melancolía que golpea fuerte
balbuceando tú nombre con desesperanza cuerda
sentenciando al insomnio a dormir eternamente
Viene la oscuridad y me aferro a ella
ya la penumbra se marchita tristemente
entre besos extintos de labios absortos
entre sueños recurrentes de corazones rotos
Extraordinario poema que languidece en su propia melancolia, convirtiendola en un manantial de agua fresca, en la penumbra de las montañas oscuras de la noche.
Me gusta como hilas tu poesía, en verdad me maravilla leerte, por el sentimiento que queda latente en cada uno de tus poemas.
Un placer leerte.
Un saludo Buzz.