Mi sedienta alma te busca en la oscuridad
en el desespero de cerrar mis ojos
cuando la noche alimenta mi ansiedad
sabiéndote ausente, sintiéndote lejos
Dulce delirio de un beso que traspasó el corazón
el mismo corazón que en agonía detiene su marcha
invadido del dolor que bruscamente lo atrapa
sabiéndote ausente, sintiéndote lejos
Tu cuello susurra el rumor de mis colmillos
tu sangre hierve y alborota tus sentidos
los recuerdos de nuestra pasión resurgen
en memoria de las cálidas horas juntos
Lágrimas que brotan en tu interior
versos incompletos de tardes de espera
insomnios enteros vigilando tu ventana
sabiéndome ausente, sintiéndome lejos