Dios me premiaste con un regalo
que muchos lo acreditan a la vida
yo lo acredito al autor de la misma
me lo diste en un salto inesperado
de la vida y su llamado,
mis manos de tus versos se prendieron
y alejarlos de mi yo ya no puedo
es tu esencia que envenena mis latidos...
y voy muriendo poco a poco cuando escribo
son tus frases que me enfrascan los sentidos
y aun no te palpo, ni percibo, no miro, no oigo y no suspiro
sin que me hayan traspasado los latidos..
Es el alma de tu alma
que me enferma el pensamiento
destinado a la poesía
y a la cárcel de tus versos..
esta poesía que me diste,
me inspira a escribirte a cada milésima de vida
encuentro paz en cada letra
que dibujas en mi mente
y las gracias redundantes
me embargan la existencia
en un tiempo real..
la poesía que me diste
te descubre para mi...