Complementar; añadir algo a otra cosa para completarla, como en matemáticas, dos ángulos que son complementarios, por ejemplo. Ahora bien, complementar según mi ética es algo más complejo y no tan objetivo.

Complementar; sentir como todos tus sentimientos más profundos van confluyendo gracias a algo que te completa, a alguien que lo hace.
Complementarse, es darse cuenta que esa persona cubre tus faltas con sus excesos, perfecciona tus defectos con sus virtudes, y viceversa. Sentir que tienes el vaso medio lleno siempre y cuando ella está a tu lado… Sus grandes y expresivos ojos claros, que no dejan a nadie indiferente están adornados con unas largas, rizadas y preciosas pestañas. Su boca, tan peregrina y a la vez tan seductora, al igual que su gran sonrisa. Sí, su sonrisa, aquella capaz de deleitar cualquier momento, hasta el peor de los momentos con solo asomarse levemente entre su labio inferior y el superior.

Recordar su olor aún habiendo pasado días, semanas e incluso meses desde la última vez que os visteis. Ese olor que sabes, te hace enloquecer sin que puedas oponer resistencia alguna. Ese que viene a tu mente en los momentos de soledad y hace que inevitablemente se acelere tu respiración cual grave situación de peligro. Que se te acelere como cuando esa persona está a escasos centímetros de ti, cuando te abraza, cuando recorres su espalda de trecho a trecho con tu dedo, cuando la besas y te corresponde con un beso mayor o cuando simplemente sabes que puedes entregarte a ella sin miedo alguno.
Tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo complementar, primera conjugación, precedido del pronombre personal me.
“Me complementa”.
Complementa mis días de tristeza con sus estúpidas bromas convirtiéndolos en días felices. Adorna mi rostro iluminándolo con una sonrisa, y es que adoro ver como duerme y adoro ver como se ríe por mis tonterías.

Quizás sea una estupidez pero, sabes que lo hace porque si no está, tú no eres capaz de ser la misma persona, pero cuando está no sólo eres así sino que te hace ser mejor al disminuir todos tus complejos. Lo hace, lo hace porque aún a sabiendas de como eres, lo comprende y no se echa para atrás en los días malos, cuando casi nadie es capaz de entenderte. Porque te da su apoyo y su confianza aún cuando tú ya la has perdido por completo. Porque te enorgullece saber lo lejos que llegará, aún con miedo… sientes gran satisfacción y orgullo.
Porque es una de las personas a las que más he llegado a querer, una de esas con las que me es imposible estar enfadada. Una persona esencial para mí. Una persona por la que merece la pena sonreír obviando todas y cada una de las críticas, incluso casi, obviando la realidad. Una persona por la que no me avergüenza llorar.

Esa persona a la que quiero.

FDO: MISSPEL.

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