Luego de tantos años,
prefiero no hacer ruido para no despertar tu sueño.
Planear lo que haré mañana contigo
o escuchar algunas de las canciones que antes escuchábamos.
Hoy me pondré el vestido negro que tan poco te gustaba
y no escucharé nuestra canción favorita. Ni intentaré no hacer ruido.
En mi cabeza seguiré escuchandote hablar y seguirá amaneciendo cada día
pero no haré lo que antes hacía.
Hoy cogeré rosas blancas
y lloraré en tu funeral.