Hay días en los que me preguntó que pasará después de la muerte ¿Quedará algo, habrá algo más?
Hoy es uno de esos días; estoy lista para acudir a la Iglesia de mi colegio al funeral de una de mis profesoras, una de las que más quiero y que más me ha ayudado en los años que estuve bajo su tutoría y acudiendo a sus clases de música, lengua y matemáticas.
Siento que el mundo no es justo, que la vida no es justa.
¿Por qué siempre se van los mejores, los más buenos?
El dolor que casi todos los alumnos que estuvimos con ella sentimos ahora mismo no es comparable a casi nada,( quizás al que sentimos cuando perdimos a la religiosa que más queríamos de todas ellas ) porque aunque digamos que los profesores "nos caen mal" y que no nos importan; siempre creamos algún lazo con ellos, siempre sentimos gratitud hacia ellos, y en ocasiones simpatía y puede que amistad.
Quisiera poder volver atrás en el tiempo, a Primaria, para volver a estar en sus clases, escucharla y contestar a sus preguntas porque por muy dura que fuera, ahora me doy cuenta de que la apreciaba de verdad, de que era genial.
Tengo la seguridad de que el colegio ya no volverá a ser lo mismo sin ella, que se la va a echar mucho de menos cuando no nos la encontremos por los pasillos diciéndonos
-A clase chicos, que los pasillos no son para las reuniones.
Su mítica frase de " a ver al circo, todo el mundo a su sitio" seguirá presente en nuestras mentes y de vez en cuando alguien la dirá y todos sonreiremos.
Ahora solo espero que descanse en paz allí donde esté y que nos siga cuidando y enseñando desde allí como hizo durante toda su vida.
Estoy segura de que estará siempre con nosotros.