El dicho dice que no se le pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo y aunque sabemos que eso no es cierto; creo que sí podemos lograr que los humanos cambien su manera de pensar respecto a la adopción de animales. Cuando compras un perro de un criadero, estás apoyando a que ese tipo de negocio continúe operando impunemente y siga explotando a los animales. ¡Ah! y no te dejes engañar con la absurda idea de los criaderos responsables. Traer más animales al mundo cuando hay miles buscando un hogar es una aberración inmoral e innecesaria. El amor no se puede comprar, pero puedes adoptar a un animal necesitado de hogar por un precio de adopción mucho más reducido que el que pagarás en un criadero o en una tienda de animales. Muchos de los perros en adopción ya tienen algún tipo de entrenamiento y si no son cachorros, ya no tienes que entrenarlos. Generalmente las asociaciones o grupos de rescate te entregarán a tu nuevo amigo esterilizado y vacunado o te recomendarán a un veterinario que pueda prestarte esos servicios a precios cómodos. Al rescatar y adoptar a un animal necesitado encontrarás a un amigo canino que sea compatible contigo en todo sentido. Tu recompensa será enorme: Amor eterno, lealtad a prueba de balas, e innumerables expresiones de gratitud sincera de por vida. Rescatarás a uno de los millones de animales que aún esperan ser adoptados. Y tu premio será ¡la gran satisfacción de haber salvado una vida! ¿A qué estás esperando?