Una gota de tu corazón
inyectada con fuego
bulle en mi frío interior
haciéndome letra de tu pliego.
Una brizna de tu flor
inunda mi esencia
mostrándome un esplendor
que me lleva a la demencia.
Tu voz de ruiseñor
resuena cálida y serena
llena de aroma y sabor
a turgente fruta fresca.
Regala tu piel el temblor
de una caricia traviesa
con picardía y ardor
sazonada en azúcar y fresa.
Sonrisa macerada en licor
sosiega mi zozobra
en este mi océano censor
que cada alegría se cobra.
Todo y nada de un amor
en la niebla del tiempo
que mantiene su calor
sin perder el tempo.
Me encantó tu poesía!
Saludos.