En la calle de ahi atras,
vive una senora con arrugas en la cara.
Sus dedos estan debiles,
pero sus ojos son brillantes,
y tiene el resplandor del mas preciado diamante.
Camina por las mananas, lentamente,
y su espalda esta algo encorvada.
La persegui un dia con los ojos,
en su camino hacia la playa.
Despues de la larga caminata,
reposo su cuerpo sobre la arena,
y en el orizonte clavo su mirada.
Parecia estar ausente y con una sorrisa descuidaba,
el murmurar de la gente,
que al observarla se preguntaban, que haria ahi,
esa "Indingente".
Curiosa yo, y muy intrigada,
con sigilo me aventure, a acercarme a
a ella pero solo..... hasta cierta distancia.
La senora se levanto, y sin mirarme me hablo
y me dijo que hacia tiempo
que me esparaba.
Que era ya hora de partir hacia
la proxima playa.
Que su amor la estaba esperando
y me pidio que la acompanara.
Que sola no podia ir,
remando..... hacia la nada.
A sus debiles dedos me uni,
con mi mano y unas palabras:
"No se preocupe Senora,
que yo le buscare una barca.
Pero no sera el dia de hoy;
ya que hoy el mar, no esta ...en calma."
Y de la mano caminamos,
juntas,
desde la playa....hasta su casa.
