¿Sera que las tardes nubladas me inspiran y me ayudan a deliberar? ¿O puede ser simplemente un espasmo de melancolía recordando un pasado mejor? De todas formas, es una sensación extraña, como de una feliz agonía, quizás incluso con una pizca de entusiasmo.
Debería apuntar, mi queridísimo lector, que esta finalizando el verano, sin embargo, a ser tempranas las 8 de la tarde-noche, el patio esta obscuro, como si un nubarrón lo abrazara, no, disculpe, no es un “como” es un “debido” de asegurado, porque puedo (y debo) afirmar que un sombrío nubarrón negro esta acariciando un ya agonizante verano, acechando la lluvia, y de fondo, como un suspiro lejano, se escucha el retumbo de algún que otro trueno.
Y aquí estoy yo, una persona ya con el alma vieja y el corazón medio destrozado, sentado suavemente y desparramado en la mecedora, con su leve y quejumbroso ruido, alegando ya ser muy vieja, mi humilde mecedora, para soportarme. Pero aún así no la escucho, hago oídos sordos, y la ignoro, hoy en día sus sollozos y quejas pasan a ser solo una simple nota mas de esta sinfonía, y no me refiero solo a los truenos suspirosos, sino también al golpeteo del piso, y al goteo del ya deteriorado grifo del baño, que después de varios intentos desquiciados para arreglarlo, lo deje ser libre y feliz, que culpa tiene la pobre gotita si solo quiere bailar un rato con el viento?

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2 Comentarios

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  Indigo

  Bien concebido el texto, me atrajo el humor que percibo en lo del grifo y la gota de agua.
  Saludos.

  04/03/15 05:03

• 

  Crisis

  Muchas gracias Indigo! Un beso

  04/03/15 05:03