Me la paso mendigando las pocas sombras,
donde la luz de tu pasión no llega.
En donde mis rodillas no tiemblen
ni mi corazón reviente.
Huyo de tus sonrisas,
que me deslumbraron desde el primer momento.
Escapo de tus manos calidas
(color tierra latina)
mientras imagino que cantan sobre mi.
Acoso tus labios,
desde mi escondite en la penumbra,
con mis sedientas pupilas de ti.
Segura estoy que la apnea y taquicardia,
pronto acabaran con mi vida tuya;
Si no me alejo del radio de tu luminiscencia;
Y sin embargo no puedo
no me atrevo
¡¡¡NO QUIERO!!!
Prefiero morir cegada:
al resplandor dorado de tu calida voz.
Ser solo espectadora de tus años
Prefiero añorar
que esos rizos son míos,
en los que tus dedos se enredan cuando la amas.
Y arañar paredes vacías de fotos sin recuerdos
Y que mis dedos se desgarren contra hojas
de poesías que jamás te llegaran.
Prefiero leer las letras suyas,
Que hablan del color de tus besos
Y que las mías lloren tus ausencias.
Así cobijare mi piel
en la fría oscuridad
porque la luz que emanas, es de ella.
Y arañar paredes vacías de fotos sin recuerdos
Y que mis dedos se desgarren contra hojas
de poesías que jamás te llegaran.
Se me desgarra el corazón y el alma Cristina.
Ponte ahora mismo tus zapatos y sal a buscar la Vida hasta que encuentres las Esperanza.
Pero no te dejes hundir.