estoy aqui sentada,
bajo la
misma luz de ayer.
Con los ojos vendados
y los sueños
vendidos;
sin futuro ni pasado,
sin razon ni
pasion
con la fe extraviada
y la garganta
entorpecida.
Las paredes se abren,
los colores se
diluyen
los sonidos no se podrian distorcionar mas
pero sigue siendo la realidad,
una dimencion extraña
con peso y gravedad extrema.
El reloj se ha averiado
y empieza a gotear
la fuga crece
y el tiempo se
pierde
mientras yo veo el correr de las palabras
Adios a las letras
van tras el tiempo
que vive inmerso
en el mundo material.