No sé que me diste, qué veneno letal
salido de tu boca, que aún saboreo
esos labios ardientes que trastocan
mis latidos, un intenso hormigueo
me recorre toda en extraño delirio,
gaviota soy de alas rotas sobre el mar
de los deseos, muriendo en tu orilla
Por un breve instante esa felicidad,
revivo mi momento de gloria estelar
que inspiraste pleno, mas lo atesoro
en mi limbo de memoria, donde sólo
es real ese recuerdo de tu boca mortal,
ese beso divino que no puedo olvidar,
el anhelo de tus labios sobre los míos
Qué me diste con tu boca, que ya no vivo