No, no quieras hacerme dueña de esa sombra,
pues tuya es, y te gobierna. Cuando se acerca
como a tientas, cuando me asola, pareciera
palidecer la luz que refulge desde estrellas
y luna bellas, hermosura de claras farolas
empañada por nocturna bruma. Fui dadivosa
en mar de espuma, en diamantes sobre olas
diletantes, destellantes piedras preciosas,
estela esplendorosa en bahía fulgurante.
Mas tú nada me entregaste. Solo sombra
que en penumbra de tristeza me envolvía,
negra sombra que aún pretendes sea mía.
Fui dadivosa
en mar de espuma,
Mi bella que modo de instalar de modo mas magnificente ese modo tenebrosos del amor, el que nada tiene que ver con el trinar de los pájaros, sino con la muerte a veces el amor exige eso y esto dicho mas allá o mas acá de amores que matan nunca mueren, porque algo, no todo se juega y es un acto de supervivencia rechazar.Besos mil