Finalmente pude abrirte mi alma
y regalarte un destello de luz,
pero ni siquiera me ha bastado la magia
para que naciera algo entre tú y yo.
Es complejo hablarle a quien es un enigma
y más aún a un ángel que no sabe quién sos.
Me encantaría mentirte y decirte que no me importas,
que no me interesas ni me gusta tu mirada.
Me encantaría poder engañarte y fingir indiferencia
pero no puedo pues para mi eres especial.
Tu presencia y tu figura me cautivan,
tu sonrisa me ha robado el corazón,
tus ojitos me seducen aun sin quererlo,
pero me niegas hasta un segundo de tu voz.
Y yo quedo girando en un espiral
que me lleva de la gloria al abismo.
¿Enamorado de ti hasta los huesos?...
Sufriendo por ti y por tu amor esquivo,
preso de este espiral, cruel laberinto,
de amarte a ciegas y por instinto
intentar que me escuches aun confundido,
procurando que aunque sin norte tenga sentido
confesarte que te quiere este desconocido.
Finalmente pude abrirte mi alma
pero lo hice con palabras a destiempo,
pues primero debería conocerte,
aprender de ti de tus gustos y pasatiempos,
descubrir tu mundo , tus secretos
y no dejar al descubierto mis sensaciones,
para que no te avasallen, ni te abrumen mis sentimientos.
Mientras tanto sigo cayendo en este espiral
que me lleva del cielo al pavimento...
