El otro día me dijeron por ahí que es imposible sonreír sin enseñar los dientes, de hecho, he estado intentándolo y no se puede ¡pruébalo!
Sí.. te has dado cuenta que es mentira y que se puede, ¿Ves? No es difícil sonreír aunque sea un poquito y aunque a veces te cueste. He encontrado la forma más idiota y absurda de hacerte sonreír aunque sea unos segundos y durante esos segundos te has olvidado de todos los problemas que rondan por tu cabeza y que se te vienen encima.
Permíteme que te diga y que pocas veces me equivoco, que tienes una sonrisa preciosa y de esto estoy seguro.. de que me quedo corto.
A veces tienes que mandar todo a la mierda y sonreír porque los problemas no son para siempre, a veces se arreglan o desaparecen. Lo único que debes tener claro es que siempre estaré ahí para ti pero sobre todo en los momentos malos, ya sabes lo que dicen.. en las buenas están todos.
No sé como decirte lo que siento en sesenta y cinco palabras.
En primer lugar por que aún no te conozco y no se cuanto me llevará escribir tu nombre.
En segundo, tercer y cuarto lugar, por que te quiero ya ocupa dos y si a eso sumamos tardes infinitas a tu lado solo me quedan cincuenta y cinco para decirte cada día; buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Ahora nos quedamos con cuarenta y nueve, dime tu a mi como te digo con cuarenta y nueve palabras que verte dormir quiero que sea mi sueño y verte irritarte que me lo quite, ya solo nos quedan sesenta y cinco.
Yo no puedo decirte lo que siento en sesenta y cinco palabras porque cuando te vea me voy a quedar mudo y entonces no voy a necesitar sesenta y cinco... porque no voy a necesitar ninguna.
