Los condenados escapan del gran horno ondulante.
Nadan, se abrazan, aspiran, exhalan
¿Recuerdas dónde están?, ¿recuerdas si están vivos?
¡Desciende de tu altar, te digo, ellos necesitan soluciones!
"Con mis largos brazos y mi faldero los protegeré", dice Satán.
El bello reptil ahora nos observa, mueve su cola y su lengua
(yo también las muevo).
¿Hacemos un swinging? ¿Un último acto benigno?
Hoy parece ser un buen día.
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