Estoy a un paso de abrir la puerta que nos separa y me detengo a respirar hondo
yo también tengo miedo. Tu locura me atrae, me provoca, desafía como un niño mi paciencia, me sorprende, me cuida. Impunemente te extraño cada instante como si te fuera a perder en el camino pero aún así quiero intentarlo. La llave inmaculada gira como bailando entre mis dedos y a la luz de la mañana tus ojos me dan la bienvenida tan esperada. Ahí me zambullo completa y te llevo de mi mano en las aguas verdes de una nueva oportunidad, con el tiempo sabremos si tanta agua bajo el puente ha valido la pena de verdad