La Muerte llora. Creyó encontrarme en mi casa y yo había partido a buscarte.
Le pidió permiso a mi vecino para dejar una nota, pero a cambio éste le pidió un alma. La alma de su hijo que se llevó un día, y todavía llora...
¿Es que aún lo recuerdas?
No es eso, dijo mi vecino. Es que partió hace mucho, pero él merece volver. Hay tantas cosas que se perdió, que no vivió...
Eres acaso poeta -preguntó la Muerte
Pues sí. Y mis versos están dedicados a él. Si los pusiera uno junto a otro, formarían un camino hasta la China.
Te lo devolveré, no temas....
Y al instante su hijo volvió.
Padre!
Hijo!
Es que estuve todos estos años dormido?
En tu mente, mas no en la mía.
Y la Muerte se fue, dejando el aviso para mí de volver pronto.
Y aún la espero...
noche y día, con esperanzas de que si devolvió un alma, es porque tan mala no será....
Me resultó interesante el relato... saludos!