Piel de Plástico
Vivo en una galería de arte junto a mi esposa, ambos somos artistas plásticos y gozamos de crear obras que escapan de lo cotidiano; muñecas, letreros, peluches, maniquíes,¡todo sirve a la hora de dar a luz cuadros llenos de significado! Estos últimos objetos -los maniquíes- son de vital importancia para nuestras creaciones, además les tengo un cariño especial; su naturaleza fría y tétrica produce en mí una especie de fascinación que va por sobre lo normal.
Hace aproximadamente una hora estábamos mi esposa y yo disfrutando de una exquisita novena sinfonía, cuando me doy cuenta de que mis párpados comienzan a volverse pesados, era el sueño, finalmente las noches sin dormir me estaban pasando la cuenta. Por lo que tomo la decisión de irme al cuarto a dormir un poco.
-Mi amor, estoy muy cansado, creo que debo ir a dormir, ¿te veo arriba?
-Bueno, querido, dulces sueños. Subiré pronto a hacerte compañía, déjame terminar de leer esta novela, tú sabes lo atrapante que puede llegar a ser esta autora. -Dice mi esposa, con una sonrisa cansada en su bello rostro.
-Perfecto, buenas noches, ¡no tardes mucho, estaré esperándote!
Subo agotado las escaleras, penetro en la obscura habitación y me acuesto bajo las frías sábanas. Mi espalda da contra la puerta, por lo que puedo ver a través de la ventana, la luna es tan bella, el manto nocturno cubre nuestras cabeza, me siento hipnotizado.
Pasan los minutos y escucho la puerta abriéndose, "Ya estás aquí, amor" pienso enamorado, las sábanas se levantan ligeramente, siento el peso de un cuerpo sobre la cama, al mismo tiempo veo a mi esposa en el jardín, con una copa de vino; a mi lado una piel fría y plástica me acaricia un brazo, ¡era un maniquí!
