Alguna vez le pregunté a mis heridas
quien es el hombre que las lleva a todas partes
quien es el hombre que las cubre y las esconde
quien es el hombre donde están guardadas
quien es el hombre donde duelen tanto.
Y mis heridas me respondieron
el hombre no existe
existimos nosotras
las heridas
porque el hombre, me dijeron,
es apenas esa cicatriz que nunca alcanza.