Quiero desenamorarme
de una vez y para siempre
de todas las mujeres
que alguna vez amé.
Quiero que vuelvan
a la misma vida estúpida
que tenían antes
de conocerme a mi.
Quiero que hagan las cosas comunes
cuando tengan calor, ducha fría
cuando quieran sexo, ¡culear!
y que no sea al revés.
Quiero que sean felices
como si yo no existiera
y nunca me hubiesen conocido.
Y que se borre para siempre la alegría que les di
en la calle
dama admirable, en la alcoba, puta feroz.
Quiero volver a ser célibe
como un río en cuyas aguas
ninguna se sumerge otra vez.