El fuego de la soledad quema la moribunda utopía de pasos hechos por siglos, caminantes tristes, y señales en las nubes se han visto como se han visto morir perros, huesos y carne, el todo mismo de la cuidad que devora humanos como ruidos sordos de músicas lejanas, nada, nada, desgarrante angustia de mis pensamientos, te siento viento de cambio, te siento todo.