Eh, tú.
Sí, tú.
Para.
No sigas leyendo.
No sigas leyendo si quieres seguir intacto.
Esto es una advertencia.
No te acerques a mí.
¿No te han dicho que los cristales rotos son afilados?
En mi suelo no hay otra cosa.
Así que date media vuelta y márchate.
Te lo digo en serio.
Sé que te lo han dicho otras veces.
Pero hay gente que dice vete como manera de decir búscame.
Yo no quiero que nadie me busque.
No quiero ser encontrada.
Me protegía de las balas de cualquiera menos de las suyas, y al final acabó disparándome.
Desde entonces, la bala perdida soy yo.
Y no busco destino ni pista de aterrizaje.
Sólo busco el vuelo.
El recorrido.
No quiero más sangre.
Ni mía.
Ni tuya.
Ni de nadie.
Basta la violencia.
Física,
Mental.
Basta.
No me interesan las rosas y los bombones de chocolate.
No me interesa hacer el amor ni follar.
Los cuerpos humanos no despiertan nada dentro de mí.
Tampoco fuera.
Tampoco las mentes ni los sentimientos en ellos.
Me dan igual.
Me repelen.
Lejos.
Todos.
No quiero nada.
No necesito que me salven.
Ya me he salvado yo sola de mis circunstancias.
Que compre el amor quien se crea inmortal.
Que se la jueguen a los que le sobre la vida.
Yo no necesito limosnas de tiempo ni de amor.
No quiero ni cal ni arena.
Aléjate, que ya ves que no conseguirás nada de mí.
Tienes unos ojos espectaculares y una ternura especial, pero no quiero entrar en tu vida.
Porque tarde o temprano te querrás ir.
O me querré marchar.
Y siempre acaba formándose un drama.
Huye y búscate a otra cómplice del crimen.
No me persigas.
Tira la toalla y dúchate con la primera que te dé un beso honesto sabor a menta y limón.
No desees mi boca ni pidas mis abrazos.
No solicites verme.
Sé inteligente.
Escapa.
Déjame huir a mí también, que no quiero caer.
No me tientes.
Nunca se me ha dado bien resistir la tentación.
No hagamos del incendio que se formó ayer al lado de mi casa, una norma de conducta vital.
Déjame seguir siendo fría y distante.
No me quemes.
De mi blog: http://cartasdeungatonegro.blogspot.com.es/