De Repente
26 de enero de 2008
por franco
De repente empezó a nevar en Buenos Aires.
De repente la gente empezó a morir en Buenos Aires,
De repente la llovizna volvió en sangre,
De repente el grito se hizo silencio,
De repente las luces se hicieron sombras,
De repente, el aroma se hizo miedo,
De repente Dios se bautizó en gusano,
De repente las hojas se hicieron fuego,
De repente el otoño se hizo largo,
De repente un halcón alzó su vuelo,
De repente un gorila lo abrazaba,
De repente todo el aire se hizo asfixia,
De repente las palomas no volaron,
De repente los amigos ya no vienen,
De repente las calles oscurecieron,
De repente la angustia se hizo eterna,
De repente el río se hizo testigo,
De repente los días se hicieron noche,
De repente los años se hicieron crudos,
De repente las cruces no exorcizaron,
De repente la paloma perdió su nido
De repente los infantes se adiestraron,
De repente con el lazo y el rebenque,
De repente la tierra se hizo barro,
De repente se agrietó todo el asfalto,
De repente la miseria se hizo espina,
De repente muchos fraternos se fueron,
De repente el corazón no dio su grito,
De repente los pianos desafinaron,
Y el río que fue testigo, de repente,
Durmió un instante, que gracias al tiempo,
No fue eterno
Sus olas despertaron, llevándose consigo,
La nieve, la muerte, el diablo y la desdicha.
Nubes2051 lecturas, 14 comentarios
Más que un poema es un clamor. Me gusta mucho franco. Duele al leerlo. Argentina, habla que queremos recoger tus lágrimas.
Besos