Ocurri? que sus cong?neres no val?an media persona siquiera, llevaron ante ?l a un despotricado cirujano que confundiendo la locura con el ingenio y la singularidad con la extravagancia y que sin ?l saber su nombre, Sult?n, le abri? la cabeza para extirparle de una tala la piedra de la locura que era lo que le produc?a su lun?tica enfermedad: La Lucidez.
De cirujanos, curas y barberos, el mundo no se ha recuperado todav?a.
Ni creo que lo haga.
03/03/09 09:03
Yo tampoco creo que nos libremos de esa lacra.
Por ello me he comprado un boligrafo. Un saludo.
04/03/09 03:03
La genialidad y la demencia, muchas veces son confundidas... o deberia de decir que la genialidad es muchas veces transmutada a orquidea negra... y por su color, ha de ser vista como maldita, por los ciegos.
Elevar la mediocridad del debil en detrimento del mas fuerte, es otro ejemplo. Hay que admirar, no envidiar.
Un saludo cordial y mis felicitaciones por la excelente reflexion que nos presentas.
04/03/09 07:03
Al envidioso lo nutre y a la vez lo consume su propia envidia. Muy bien, Franzzo, ha quedado muy claro ...
06/03/09 11:03