Podría rodear todo de vallas,
nunca vamos a dejar de ver al cielo.
Estamos corroídos, la corrosión es consecuencia
de lo debil del metal,
entonces se vuelve tóxico para sus congéneres,
exhuda violencia y enfermedad. Es el hermoso cobre de los tiempos-
Hasta que terminemos de oxidarnos
y se nos caigan los pedacitos en centenares de años,
años inmersos en vallas,
tratamos de frotar buscando la chispa, pero es el mar.
Frotamos hasta la muerte y la consumisión.
Queda poco.
Entonces nos saludamos amables.