Sepultadas
sombras de dudas
mis tentáculos abrazan la noche
emergidos del mar de tu aliento
posado en mi sangre.

Acaricia mi lengua tu alma
mientras brilla Marte en tus ojos.

Bebemos sangre
de venas enredadas
en el tiempo de un encuentro.

Se rompen puertas
y ventanas de sueños
donde vuelan las tortugas
y andan las nubes.

Tengo prisionero al sol
bailando para tus pies
descalzos sobre la arena.

Amanece naranja
pero no es más bello por ello
dentro del espacio de tu sonrisa.

Solo noto el pulso
de un amor parido de luz
que acaricio y alimento
para poder posarlo en mis huecos
casi olvidados.

GuillermoSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos