En la luna llorosa solloza mi alma desnuda
Entre notas de pájaros nocturnos mensajeros
Se desvive mi ser por tocar al que tanto se ama
Aunque sea con palabras, aunque sea con ausencia
Rozar su piel tan solo con la punta de los fríos dedos
Que como rama se extiendan, se transformen en selva
Para que mí amado entre mis brazos se pierda.
Otorgarle cobijo para ser abrigada, no es
Amar para ser amada, el anhelo vulgar del amante
Es, cual si fuese cálido hogar el calor del otro
Se transforma en la necesidad, único requerimiento.
Y al no tenerlo, se enloquece, se sufre y se muere
Lento como cual si fuese árbol al otoño expuesto
Que espera paciente al fuego de Febo en Primavera
Aguardando la efigie del que Eros corona
Se florece o se perece para siempre.
