Llego a la encrucijada en donde se detiene todo, los capítulos, los episodios.
La brújula no me sirve para referencia por cual rumbo continuar, no atina, la bitácora con sus eventos concluyó para siempre.
Ya no hay duelo solo conciliación con los que quedan y con los que se fueron, nuevo hito en la memoria.
Tibio el ambiente, se agudizan los sentidos y la percepción, no hieren las angustias, fluye la sangre.
El momento es severo, el alma, el juicio y las manos ya no tiemblan, la distancia entre el abismo y los anhelos de felicidad me parecen igual, ya no me importa nada, me perdoné y perdoné a todos.
¿Espero respuesta? sobrevive el ansia de vivir, ¿enviar mensajes angustiosos y cargar a otros con la solución?...sembraría el caos y peor la cosecha.
La respuesta no debe venir de nadie,
¡no será certera!
¡no será de mi responsabilidad, dependeré de otras ópticas!
¿No he llegado a este punto, a estas reflexiones solo?
Andar, eso es,
transitaré ligero de equipaje
y seguir evolucionando,
regando de materia gris,
todas mis acciones.