El poema no es poema,
el poema es otra cosa,
blanca tristeza pequeña,
cuando la noche es hermosa.
Ya caen del cielo estrellas,
manto azul de primera ,
alumbran sobre la tierra
y florecen las praderas.
El poema es otra cosa,
azul de cielo y agua,
florecieron ya las rosas
y en silencio nació el alma.
Abre su pecho la tierra
sobre un trozo de pradera,
y a los riscos de la sierra,
perfumado está la hierbabuena.