TusTextos

Apareció

Horas esperando, días, semanas, meses, y cuando menos lo esperaba, apareció. Yo caminaba cabizbajo por la calle, pensando en todo, el presente, el futuro, en todo lo que quería y necesitaba. Aunque no necesitaba pensar lo que necesitaba, porque ya lo sabía. Cansado ya tras mucho tiempo andando, decidí sentarme un rato en un banco frente a una fuente y decidí ponerme a escuchar música para intentar animarme un poco. Mi canción favorita sonaba, y de repente vi a una chica pasar. Parecía una escena de una película, tu canción favorita mientras una chica perfecta se cruzaba en tu camino, pero esto era real. Ella llevaba una camiseta de mi grupo favorito, fue en lo primero en lo que me fije, un pantalón corto y unas zapatillas deportivas desgastadas. No se que me paso, pero empezó a dolerme el pecho, yo estaba paralizado, y ella seguía caminando cada vez mas y mas lejos. Mi pecho seguía doliendo y mi conciencia no dejaba de decirme que fuese tras ella, asi que me decidí a buscarla. Todavía seguía paralizado, y perdí la esperanza por completo, solo pude girarme hacia donde se había marchado, suplicando que volviese a aparecer, y cuando gire, la vi de nuevo, y ella se acercaba a mi con una sonrisa. Era preciosa, natural, sencilla, preciosa. Tenia el pelo oscuro, la piel blanquecina, los ojos marrones, era normal e increíble al mismo tiempo, y su sonrisa... pensé que me daba un ataque al corazón cuando la vi. Ella se sentó junto a mi en el banco, cada vez estaba mas nervioso, y aun seguía con la música puesta y paralizado, sin saber que hacer. Ella me quito los auriculares, todavía sonaba mi canción favorita, de mi grupo favorito, el de su camiseta. Ella al escucharlo un segundo sonrió, y se me heló la sangre por completo. -Es mi canción favorita, dijo. Su voz parecía la de un ángel, era suave, tierna, dulce... yo seguía inmóvil y sin saber que decir mientras ella me sonreía. Mi corazón no podía dejar de latir cada vez mas y mas fuerte, y sabia que ella lo notaba. Me dio los auriculares y nuestras manos se rozaron, y no pude evitar cogérsela. Tenia la piel suave. Ella me sonrió y y no solo apretó mi mano, sino que me agarro del brazo, se pego a mi, y dejo caer su cabeza en mi hombro. En ese instante me sentí la persona mas feliz del mundo. ¿Su nombre?, que importaba, ambos estábamos abrazados, yo sonreía mientras podía oler su perfume, vainilla. Ella se despego de mi sonriente, y se acerco para decirme algo. Con un susurro, me dijo que me amaba, un escalofrió recorrió mi cuerpo. No hacia falta que yo le respondiera, porque ella sabia perfectamente que sentía lo mismo, así que deje al lado el miedo, olvide la parálisis, y la bese.
Jaimegagop03 de septiembre de 2012

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