Semejanzas vienen mascaras van buscando el escenario donde actuar.
Hay muchos personajes que representar con sus karmas de equipaje y sus actos que espiar.
Manipulan la escena a diestra y siniestra son artistas de las marquesinas.
Buscan la rutina que de tedio, ofrecen adrenalina y euforia como la libertad enmarcada con pompones de bambalinas.
Somos el mejor entretenimiento, las marionetas o el que maneja los hilos de las escenas del día.
Los cazadores o los cazados las contrapartes que coexisten para sacar lo mejor o lo peor, el hito añorado.
Dirán que es la fuerza elemental que hace una copia, una víctima consensuada.
El fin justifica el medio, la consigna de un Judas cualquiera un buen lavatorio de conciencia, la paz enmascarada.
Al final como bien dices, sólo somos marionetas, en el escenario de la vida. Sólo vamos cambiando la máscara según interpretamos cada acto.
Buen texto.
Un saludo.