Desde un latido se salta mejor,
Con más calma se hace más efectivo,
Donde el suelo es fangoso puedo ser mayor,
Allí el encanto quedó rebosado de perdones:
Soy y no soy.
Una mañana es el descanso de la luna,
Una tarde el pabellón de los sabores,
Una noche el sueño de mis niños,
Los que no conozco, los que en verdad no son míos
Pero los llevo dentro.
Montones de historias reflejadas en cartas
Que se han confundido en la cartografía y la navegación,
Cientos de personas igualmente perdidas en sus descubrimientos,
Millones de miradas dirigidas a la fama,
No hay nada más humillante.
He ahí otra razón para escapar:
Tu mundo en una estrella ajena y un hacedor sin noches,
Mi mundo en una bañera vacía, o llena de sangre,
Nuestro mundo un poco desconocido.
El adiós en un grano de arroz
Perfumado de dulzura y caricaturas
De tu huida.
