Pesaban muy poco pero aplastaban sueños cada vez que se asomaban a mis ojos. Nunca pude evitarlos, siempre estaban ahí, al acecho, esperando cualquier debilidad para lanzarse contra mí, para asediarme. Al principio eran insignificantes, casi ridículos; flotaban livianos, vaporosos, impregnándolo todo con ese olor acre tan característico. Con el tiempo crecieron, cada vez más; aprendí a tolerarlos, a sopesarlos, pero siguen visitándome cada noche. Los oigo acercarse sigilosos, me susurran al oído y se acuestan a mi lado sobre la almohada, riéndose de mí, tratando de intimidarme, intentando sorprenderme en un descuido para así cargar con ellos hasta el eterno reino de lo absurdo.

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5 Comentarios

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  Diegozami

  Este micro relato me encantó, es corto...pero te lleva lejos.
  
  Y bien escrito, como siempre.
  
  Saludos.

  02/04/18 07:04

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  Luia

  Lo has dicho, se instalan y se hacen de nosotros llevándonos literalmente, y sin que podamos evitarlo, "hacia el reino del absurdo". Breve y muy bien desarrollado.
  
  
  Saludo afectuoso
  Lu

  02/04/18 08:04

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  Jucapega1963

  Muchas gracias por vuestros comentarios, me animan a seguir escribiendo. Gracias, de verdad. Saludos.

  02/04/18 10:04

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  Remi

  Es una continua lucha, se van unos llegan otros.
  Fantástico como lo has escrito, un abrazo Juca.

  05/04/18 06:04

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  Jucapega1963

  Gracias, Remi. Otro abrazo para ti.

  06/04/18 07:04