La unión hace la fuerza , y no hay mayor fuerza que la de la unión con uno mismo.
A las almas solas.
No he de cantar de la luna,
que ya muchos le cantaron.
Ni cantaré de la espuma
del mar que tantos amaron.
No he de cantar y no canto
mas que a ese duro quebranto
del que unos pocos lloraron.
Que es al dolor de los pocos
al que se apega mi pluma.
A hombres y mujeres rotos
que caminan en la bruma.
A aquel que solo conoce
que no ha de gustar el goce
del propio ser y se abruma.
Aquel que para sí no halla
su lugar en el rebaño
anda errante en su camada,
es de su especie extraño.
Y no hay dolor más profundo:
sin lugar en este mundo,
sin para lágrimas paño.
Mas mi verso no destila
ni resabio ni amargura,
puesto que si bien se mira
el alma sin mezcla es& pura,
gas noble, raro elemento
que obtiene de sí el sustento
libre de toda atadura.
