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Hay un Lugar

Hay un lugar, remoto y olvidado, en el que me refugio en tiempos malos. Llegar hasta allí es difícil, el sendero está casi devorado por la maleza y apenas quedan rastros de las huellas que lo anduvieron. Cada vez me resulta más difícil encontrarlo, pero aún consigo llegar hasta mi escondite secreto.
Allí el tiempo se detiene, el aire es limpio y un halo brumoso rodea todo lo que queda a la vista. Lo recorro despacio, dejando que su paz aplaque a mis demonios y suavice el ritmo de los latidos de mi corazón. Todo tiene un sentido en ese lugar, todo tiene vida propia. Todo me habla y conmueve mi interior.
Hay juguetes, libros, muebles, caras amigas que sin cuerpo me sonríen. Un suave bienestar me inunda cuando entro en este templo, cargando mis penas, mi dolor, mi frustración. Y tan solo me siento allí, en medio de aquel caos que tiene más sentido que toda mi realidad, dejando que me sane restañando las heridas, que me acaricie diciéndome al oído que todo va a estar bien, que duerma un poco, que guardará mi sueño.
Cuando regreso, dejando atrás ese bendito lugar, siempre me embarga el mismo temor: podré encontrar el camino la próxima vez, sabré llegar de nuevo… a mi infancia.
Jucatohi12 de abril de 2014

8 Comentarios

  • Marinera

    ainsssssssss, no creo que el problema sea volver a tu infancia, si no más bien el evitar que el lado oscuro te absorva.
    Cuando uno sufre mucho o ha sufrido mucho cree que la alegría es una parodia del mundo real, pero nada de eso.
    La vida sigue, y hay queaprender a reirse de la vida, es la única forma de espantar el mal agüero.
    Un beso grande.

    12/04/14 03:04

  • Jucatohi

    ¡Ay, amiga! Si debes tener razón, pero en mi experiencia cuesta ejercitar el músculo orbicular para esbozar una sonrisa.
    Los últimos años han sido de vacas escuálidas en todos los sentidos, he perdido case trece kilos y a la vez que la ilusión se perdía aparecían arrugas que no son precisamente de vejez.
    Así que a los recuerdos me remito, aunque la mayoría son recuerdos inventados, como casi todos.
    Pero seguimos, puestos los ojos en la meta.
    Otrobesoteparati.

    12/04/14 04:04

  • Asiesmimundo

    La vida que veo en mis hijos disfrutando a toda hora tal vez es lo que me hace recordar que la mía quedó olvidada y poco accesible. Ojalá se tratara de abrirnos paso hasta ella. Ojalá pudiéramos disfrutar de todo como entonces. Haciendo las cosas como si fuéramos niños creo que todo iría mejor, más ilusión por la vida, más capacidad de perdonar, recordar sólo lo necesario y disfrutar de lo que hacemos con la bondad y el egoismo innato de cuando no tienes malicia.

    12/04/14 06:04

  • Danae

    La infancia, por dura que sea, casi siempre tiene los ojos de frente, mirando al futuro con esperanza. Cuando nada está cumplido y todo está por suceder, cuando la muerte se siente como ajena y la tristeza descarga tormentas que deja el cielo más azul que antes ...
    Volver a ese tiempo es abrir la puerta a las brisas de la primavera.
    Te entiendo muy bien.
    Una nostalgia compartida, Jucatohi
    Un gran abrazooo

    13/04/14 05:04

  • Katerina

    vaya, el final me cambió todo, pero que bien está hecho esto, no lo sé, pero creo que el arte tiene como objetivo hacer sentir a los demás lo que uno quiere transmitir, y usted me hizo volver a esos días de recoger ciruelas y andar por los arboles como un mono, me hizo volver a sentirme de 8 años, gracias por eso.

    14/04/14 07:04

  • Jucatohi

    Amigo Asíesmimundo, ratifico tu comentario. Todo el que quiera ser algo... hágase como un niño. Como dijo un buen amigo.
    Gracias por tu paso por estas elucubraciones mías.
    Un cordial saludo.

    14/04/14 04:04

  • Jucatohi

    Sí amiga Danae, de vez en cuando hay que ventilar las habitaciones del alma. Mientras aún podamos volver a ese lugar secreto hay posibilidad de salvación, no está todo perdido.
    El niño que se esconde en nuestro interior es el único que nos puede ayudar.
    Un fortísimo abrazo.

    14/04/14 04:04

  • Jucatohi

    Katerina, me siento muy feliz si he podido transmitirte algo de lo que sentí al escribirlo. Si he evocado ese niño que todos tenemos dentro.
    No le dejes nunca escapar del todo... él es lo que en realidad somos.
    Y si nos cruzamos en alguna otra ocasión, por favor, tutéame. Me hará sentir más joven.
    Muchas gracias por tu visita y tu amabilidad.
    Un afectuoso saludo.

    14/04/14 04:04

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